¡La invasión de las salchichas asesinas!

Salchicha. Foto de fuente desconocida.

No, no es el título de la última película de Roger Corman... y tampoco el significado real de la inclusión de las carnes procesadas dentro de la categoría 2A del listado de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), aunque bien podría ser el resumen de las últimas 24 horas de uso de cualquier red social.

La IARC no diseña ni conduce estudios: incluye agentes (sustancias o procesos) dentro de sus categorías basándose en la literatura existente. Es decir, revisa correlaciones -y ya lo dice el viejo adagio: "correlación no necesariamente implica causalidad".

Usted se preguntará algo como "¿pero esa hamburguesa que me mira con loco deseo en plato me va a dar cáncer, sí o no?". Bueno, si nos basamos únicamente en la inclusión de su almuerzo en el grupo 2A (o en el 1 si se trata de un paquete de salchichas, por ejemplo), la probabilidad es igual a la que resulta de beber té mate, ser peluquero o preparar frituras (prepararlas, no comerlas).
Pero ya en serio, podemos revisar el documento previo que publica la IARC, siempre un mejor ejercicio que leer la cobertura de muchos medios:
“Para un individuo, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal por su consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida”, dijo el doctor Kurt Straif, Jefe del Programa de Monografías de la IARC.

¿Entonces? ¿18% es mucho o poco? ¿Debo renunciar a la carne o a las salchichas botaneras? La respuesta es: No. La carne tiene muchos nutrientes necesarios para el organismo y, para muchos sectores de la población, la carne procesada es la manera económica de consumirlos regularmente. Lo que debe hacer es moderarse.

La clasificación se hace de acuerdo al número de estudios que existen -estudios de cohorte, sobre todo- y no al riesgo específico de un tipo de cáncer (aún cuando la correlación que se observa es con el cáncer colorectal) .
Y no solo eso, sino que cuando la IARC habla de "carne procesada" no se refiere exclusivamente a las salchichas que usted compra en el súper (si es que efectivamente las compra ahí), también incluye el tocino de granja feliz que compra en el mercado de artesanías o el jamón serrano que lo hace suspirar por las noches. Es decir, hasta donde es posible informarse por ahora, no se señala un compuesto específico, sino de un conjunto de técnicas de preparación tanto industriales como artesanales.
Se refiere a: "la carne que se ha transformado a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación. (...) Ejemplos de carnes procesadas incluyen frankfurters (perros calientes/hot dogs/salchichas), jamón, salchichas, carne en conserva (corned beef), y cecina así como carne en lata, y las preparaciones y salsas a base de carne".

Y mientras que el artículo de la IARC en The Lancet Oncology queda disponible, puede leer lo siguiente:
- El boletín de la IARC.
- La monografía 114 de la IARC .
- Video comentario sobre el documento.
- Un accesible artículo que separa mitos y realidades sobre la inclusión a los grupos 1 y 2A.

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